El sentido del humor nos ayuda a ver de un modo más divertido y eso produce emociones acordes. Podemos cambiar el modo de ver y viceversa, podemos cambiar el modo de sentir. No es fácil, pero es muy bueno para la salud.
Invertir en ser felices ayuda a que desbordemos el bienestar interior. Además de estrategias para afrontar situaciones potenciamos el sentido del humor y la capacidad de reír.